SÍNTESIS DEL SEMINARIO X DE CONCEPTOS LACANIANOS
FUNDAMENTALES PARA EL PSICOANÁLISIS
(Curso 2012-13)


Programa completo del curso
Seminarios de años anteriores

    Este curso trabajamos a fondo la primera mitad del Seminario XIV de Lacan La lógica del Fantasma y comenzamos situándolo en sus distintos contextos:

    - Contexto socio-cultural, esencialmente estructuralista en el que se movía Lacan en aquel momento, y del que, durante el curso 1966-1967 y los 3 o 4 años siguientes, fueron figuras y obras tan relevantes como las de Foucault, Barthes, Canguilhem, Althusser, Levi-Strauss, etc., pero también con el Existencialismo en boga de Sartre.

    - Contexto histórico-psicoanalítico, en relación con el tema: La lógica del fantasma. En primer lugar en relación con el término "fantasme", que tradujimos por "fantasma", podemos hablar asimismo:

    a) de un contexto lejano vinculado a la historia del término y del concepto que subyace al mismo. La noción de fantasía en Freud como formación de lo inconsciente, y su desarrollo postfreudiano.

    b) de un contexto inmediato y supuestamente lacaniano vinculado a la idea que se hacían de este concepto los contemporáneos de Lacan y que eran sus interlocutores, por ejemplo, autores como Lagache, Laplanche y Pontalis o Jean-Paul Valabrega.

    - Contexto lógico-matemático. Los ejes fundamentales utilizados por Lacan al respecto son:

    - La teoría de conjuntos, en particular la teoría axiomática de conjuntos al modo de Zermelo-Fraenkel;

    - La lógica de predicados, en particular la de primer orden, que exige la teoría de la cuantificación (o kantificación, como la llama Lacan), aunque también nos referimos a la de segundo orden (lógica de relaciones);

    - La lógica de proposiciones o de la coordinación, lugar privilegiado de la teoría de la verifuncionalidad que exige su semántica, y todo el despliegue de las tablas de verdad. Aquí será importante también la lógica de clases referida a los diagramas de Euler-Venn y el álgebra de la lógica, formalizada por Boole y Couturat entre otros;

    - Finalmente, la llamada lógica modificada en una topología del sujeto que resulta de una revisión y modificación de los diferentes capítulos anteriores de la lógica.

    Después de hacer un exhaustivo recorrido de los dos primeros contextos, el cultural y el psicoanalítico retomando en éste las nociones freudianas de fantasía y también del fetichismo, entramos de lleno en el Seminario de Lacan, el cual comienza con la idea de un retorno, un retorno que, no por casualidad, coincide con el décimo aniversario de su Escrito "La carta (Lettre) robada (volée)" (1956) donde él mismo proponía un retorno a Freud, y en el que comenzaba diciendo que iba a trabajar el concepto de compulsión a la repetición de Freud. Es decir que tenemos un retorno sobre su retorno a Freud. Otro retorno del concepto de repetición que él había trabajado en el 56, es decir, un retorno sobre la propia lectura de Lacan de la compulsión a la repetición freudiana.

    Esto mismo vimos como se articulaba con el hecho de que acababan de salir sus Escritos (15.11.1966) que, para Lacan, no solo significaban un libro sobre sus trabajos, sino una producción que obedece a esa estructura repetitiva de ese reencuentro de lo idéntico y lo diferente, a la vez que como algo que limita la metonimia indefinida de la propia repetición. La estructura lógica del acto que Lacan propone en este Seminario sobre el fantasma nos lo confirmó.

    Pero también encontramos una interrelación entre ambas producciones respecto a la cuestión de la relación entre palabra y escritura, significante y letra y de éstas con la lógica, una vez que comprobamos que en el texto de 1956 se trataba también de la letra como soporte material del significante y sus leyes, que, si bien lo trabajará allí con la matemática combinatoria y la topología de grafos, finalmente le añade una obertura que es de 1966 y un último apartado que se llama "Paréntesis de paréntesis" donde su alusión al falso cogito cartesiano nos reenvía a todo el proceso de demostración lógica que trabajará en el Seminario del fantasma.

    Nos adentramos entonces en el mundo de la lógica y de la lógica llamada matemática con las herramientas que de ésta se sirve Lacan para encontrar y articular la lógica del fantasma pero también la lógica que subyace en el psicoanálisis inventado por Freud. La diferencia fregeana entre Sinn y Bedeutung nos acompañó desde el inicio y cumpliendo distintas funciones en la fundamentación de toda una serie de conceptos y procesos en la teoría psicoanalítica. La metáfora como retorno de lo reprimido, pero también como efecto de sentido (Sinn) dejaba al descubierto la Bedeutung (significación, referencia) primera y última del objeto a, pero que se recorta, singulariza y actúa siguiendo determinadas leyes y tiempos.

    Es precisamente en este tipo de encrucijadas de la Lógica, entre lo que se articula, sus fallos y las respuestas escriturales, donde Lacan encontraba las bases para revisar toda una serie de axiomas como el "No hay universo de discurso" pero hay una función de Universo de discurso o "el significante no podría significarse a sí mismo" y "el significante representa al sujeto para un otro significante" y otros tantos en los que aparentemente se producen contradicciones.

    La solución de Zermelo-Fraenkel, los axiomas de Especificación y Existencia, establecerán la diferencia entre clase y conjunto y las diversas maneras de respuesta a estas cuestiones que fueron retomadas por Lacan para resolverlas en este seminario y en los posteriores.

    Pasamos entonces a la lógica proposicional sus distintas lecturas y la algebrización que permite el álgebra de Boole y su actualización con Couturat y otros. El cuadrilátero del grupo de Klein será una de estas estructuras algebraicas en las que Lacan propondrá de forma analítica (en el sentido kantiano) las operaciones de Alienación – ya establecida de forma sintética en el Seminario XI- y las condiciones de la operación de Separación. ¿Sobre qué? En primer lugar sobre el cogito cartesiano una vez vaciada su sintaxis de la pretendida significación inherente en ella entre el yo pienso y yo soy y que, sin embargo, históricamente abrió la puerta a Freud en la medida en que ese yo, se ligó al pensamiento. Un pensamiento que no se piensa a sí mismo, no menos sometido a las leyes del sistema simbólico y por ello a la alineación, cuya elección forzada nos recortaba ese Ello del lado del "yo no pienso" sin ser; del lado del "yo no soy" el Inconsciente jugándose en una sintaxis fragmentada. Dos heterogeneidades resultantes que Lacan conjugará también en el cuadrilátero de Klein referido al Acto.

    La traducción de una conjunción proposicional inicial en su despliegue de conjunciones, disyunciones, implicaciones, negaciones y sus duales nos permitió captar mejor las dos vías de respuesta que se abren en ella, dando cuenta de lo que sucede si se escoge una u otra línea, y el cómo si se consideran las dos, nos conducía no sólo al dual de esta conjunción, sino el hecho de que a partir de ella y volviendo a considerar las dos vías abiertas de la disyunción así creada, se producía la inversión de los lugares del punto de partida. Los pudimos comprobar tanto en el cogito cartesiano como en el análisis del sueño Fräulein K recogiendo en esta estructura lógica el contenido manifiesto o lo consciente como una de estas vías, respecto a todas las articulaciones que ofrecen las asociaciones sobre el sueño que respondían a las otras combinaciones lógicas rechazadas.

    Volvimos entonces al grupo de Klein y la operación de la Alienación pero esta vez del lado del Acto, la repetición y el goce. Vimos, entonces, las figuras que podían tomar las alienaciones trabajadas anteriormente tanto del lado del "no pienso" como del "no soy" al intentar atraparse sobre ellas mismas, es decir, al considerar el Ello y el Inconsciente. El pasaje al acto y el acting-out aparecían definidos desde esta vertiente formal o escritural. Para entrar en el tipo de satisfacción similar y diferente de la sublimación y el acto sexual, seguimos a Lacan en el desdoblamiento del ocho interior, que no es sino una figura más de lo trabajado en ese cuadrilátero de Klein y en el que Lacan busca, a través de la sección áurea y el número de oro, dar cuenta de la cuestión del goce del objeto y del sujeto, pero también reconstruir a partir de ahí toda la sintaxis estructural de la que ha partido. Es esta línea de trabajo la que proseguiremos el curso que viene, tanto en la última parte de este Seminario sobre La lógica del fantasma como en el siguiente, el XV, acerca del Acto psicoanalítico.


María José Muñoz