RESUMEN DEL SEMINARIO DE DE CONCEPTOS LACANIANOS XIII
(Curso 2015-16)


Programa completo del curso
Seminarios de años anteriores

    Abordamos la segunda parte del Seminario De un Otro (A) aL otro (a). introduciéndonos en los trabajos de los interlocutores de Lacan en ese momento, en los cuales va a apoyarse y diferenciarse a través de los conceptos que van desarrollando. El empeño de ALTHUSSER en buscar la especificidad del discurso psicoanalítico frente al de la ideología, la ciencia o la estética. El reconocimiento por parte de FOUCAULT de Freud como fundador de discursividad, ya que no sólo produce textos, sino que crea la posibilidad y reglas para crear otros textos. También DELEUZE y sus trabajos sobre Diferencia y Repetición, La lógica del sentido y el juego entre el sentido y el sin-sentido, o su diferenciación entre el sádico y el masoquista, son algunas de las pinceladas de lo que pudimos descubrir en estos autores y que nos dieron pié a la continuación de este seminario y comienzo del siguiente: El reverso del psicoanálisis.

    El mundo discursivo, su estatuto o condiciones de verdad estaban en cuestión y por tanto, el goce o los goces vinculados a él. La vacuola inherente a la estructura, siendo lo extimo del sujeto, van a tomar forma en las pulsiones por las superficies de borde, superficies agujereadas estableciéndose una correlación entre cada una de ellas, oral, anal, escópica e invocante y las 4 superficies: esfera, toro, plano proyectivo y Botella de Klein.

    La búsqueda de la Absolutización del discurso, cuyo referente topológico lo encontramos en el cierre del ocho interior, confrontado a la metonimia de la relación de un significante con un otro significante nos remitía a la conflictividad de la relación de un significante frente al conjunto de todos los otros significantes, S–a-A y el resto intercalar que implica, con sus distintas respuestas posible/imposibles.

    Nos fuimos después a HEGEL, la búsqueda de un Saber Absoluto y su relación con el Cogito cartesiano al que le agregará el saber. Todo ello frente a un "yo no sé" que se juega en el inconsciente freudiano. Recuperación del "él no sabía" del sueño del "padre muerto" como posibilidad de encuentro con el deseo (de saber).

    El Otro desertado del goce y lo traumático del encuentro con la función del Otro en la separación entre el goce y el cuerpo. Pensamiento y censura. Función orgánica y función matemática. Relación entre el Saber y la Verdad.

    Lacan nos condujo entonces por las fallas marcadas dentro de la lógica correspondientes a aquellas que pueden detectarse en el Otro como sistema de marcaje. La búsqueda de su consistencia (su verdad sintáctica) y de su validez (su verdad semántica) nos condujo, escalonadamente, hasta el punto de su incompletud pero también al de su indecibilidad. Las distintas formas de negación nos ayudaron a puntuar cada paso de este camino.

    En esta coyuntura Lacan nos remitía a la topología cerrada de las propuestas tanto del Idealismo como del Realismo. Algo queda adentro y algo afuera. Sin embargo vimos la dialéctica espacial que puede establecerse al considerar el "valor de uso" y el "valor de cambio" como una dinámica que dependerá de las relaciones entre ellos en cada momento y respecto a un mercado. Contábamos con cuatro zonas y la combinación de relaciones entre ellas.

    Después de abordar el papel de la mancha en el campo escópico nos introdujimos en la perversión y su relación con esos objetos a no considerados, no representados en los enunciados, pero que quedaban apuntados en su borde y que ya rescataba Lacan en la Lógica del fantasma: la mirada y la voz. La revisión de la distribución lógico-aristotélica de macho-no macho, nos permitía situar en esa nueva topología, nuevos espacios, l’hommelle en la que situaba Lacan al perverso. La relación anaclítica sería la que definiría a la perversión frente a la narcisista defendida por Freud. La conjunción-disyunción entre poder y saber en tanto el primero viene marcado por una unidad S1 ficticia i(a) y que enmarca al a, primera marca del Otro, promoverá distintas posiciones en la perversión. El exhibicionista y el masoquista, en tanto ofrecen algo en esa búsqueda de aparición en el campo del Otro, del partener del objeto a, estarían del lado del objeto caído. Mientras que el sádico y el voyeurista, en tanto roban al otro su mirada y su voz, estaría del lado del poder, del S1.

    Esta cuestión la pudimos seguir detalladamente a través del conjunto del par ordenado {1,∅} o {1, a}, donde el dos devenía imposible tanto desde primer 1, imposibilidad del significante de significarse a sí mismo lo cual remitía al conjunto vacío, pero tampoco el dos {S1, S2} del rapport sexual {1 {1, ∅}}. Con estas herramientas acabamos este Seminario revisando, junto a Lacan, el campo de las neurosis: caso de fobia infantil, histeria y obsesión y su vinculación con la cadena significante del lado de la repetición del 1 y sus dificultades con el conjunto vacío.

    Comenzamos el nuevo Seminario El reverso del psicoanálisis con una presentación formal de los discursos propuestos por Lacan desde sus 4 letras, 4 lugares y 4 discursos. Encontramos en ellos la máxima expresión de una estructura en la medida en que sus elementos covarían siempre conjuntamente. El Discurso del Amo será el patrón sobre el que se constituyen los lugares mismos en tanto el S1 nos reenvía a lo que domina, respecto a una alteridad, S2, aquello que produce a, y aquello que se esconde como verdad ($). También será el discurso de base sobre el que se constituirán las dominantes o agentes de los otros tres discursos: el histérico, el universitario y el del psicoanalista. Sus movimientos cíclicos levógiro y dextrógiro nos permitían establecer una relación regresiva y progresiva respecto de este discurso del Amo y hacia el discurso del psicoanalista. Ya dentro de cada uno de ellos, Lacan abordaba, desde su forma poliédrica, la dialéctica que comportan y sus correspondientes ejes de imposibilidad. El análisis a dos y a tres de cada una de las letras respecto de sus lugares, nos permitía dilucidar aquello mismo de la estructura que marcaban sus contrarios, sus reversos y lo que dejan fuera.

    En el discurso del Amo el significante Amo (S1) en su relación al Saber (S2) estaba colocado en el Esclavo que, desde la perspectiva de la repetición del 1 del par ordenado (S1), producía como restos objetos a plus de goce en una búsqueda de marcaje y perpetuación de ese marcaje del significante Amo. Su verdad escondida es aquella de la división del sujeto mismo, $.

    Desde esta perspectiva abordamos el Discurso histérico en su vertiente progresiva, y esto en la medida en que él saca a la luz esa Verdad del Amo y su relación entre los significantes S1 y S2, es decir, la generación de S2, que se convierten a su vez en S1. Revisamos con Lacan el caso Dora yendo desde sus primeros trabajos en el grafo y con la fórmula de la función metafórica, hasta la plasmación en el discurso de la histeria con sus distintos momentos transferenciales. Primero cuando Dora se coloca fuera de la configuración de la trama entre los distintos personajes de ella (antes de la crisis). Después cuando Dora es colocada en el lugar de objeto de deseo y que descompensa su estructura histérica. Finalmente vimos cómo ella restituye en la transferencia con Freud su configuración fantasmática, a través de sus sueños y con la reubicación del Saber colocado en el diccionario del sueño.


María José Muñoz