SÍNTESIS DEL PROGRAMA DEL CURSO 2005 - 2006


Programa completo del curso
Seminarios de años anteriores

    Para seguir trabajando la noción de estructura y estructuras clínicas en psicoanálisis tomamos como eje principal los Escritos de Lacan: "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo" y "La significación del Falo" teniendo como telón de fondo los Seminarios: V: Las formaciones del Inconsciente y VI: El deseo y su interpretación, así como los textos de Filosofía: Fenomenología del Espíritu de Hegel y El Ser y la Esencia de Gilson, y respecto a la lógica los artículos de Frege: "Sentido y referencia", "Concepto y objeto" y "Función y concepto", así como algunas partes de su libro sobre Los fundamentos de la aritmética, en particular las referidas al concepto de número.

  • En primer lugar y para establecer el punto de partida en cuanto a la estructura constituyente de la praxis llamada psicoanálisis y la subversión del sujeto que esta implica, seguimos a Lacan en el punto diferencial de la articulación entre saber/verdad freudiana respecto a otras articulaciones en la historia del pensamiento. Más concretamente en relación con la ciencia, con el sujeto de la misma y su apertura y cierre en Hegel.
  • a)  En la concepción hegeliana veíamos que la verdad reside en el en sí, pero un en sí que, a diferencia de la cosa en sí kantiana, es cognoscible en la mediatización objetivante del para otro, división dialéctica, hasta un último en sí donde la verdad queda atrapada por el saber absoluto. Con esta idea podíamos leer la frase de Lacan:

    "Es el de señalar con él una solución ideal, la de, por así decirlo, un revisionismo permanente, en que la verdad está en reabsorción constante en lo que ella tiene de perturbador, no siendo en sí misma sino lo que [le] falta para [a] la realización del saber."

    b)  Esta lógica, la dialéctica de la negación escandida en tres tiempos y tres figuras, resuelve la cuestión de Saber/Verdad planteando un tiempo de ignorancia en el camino convergente hacia un Saber Absoluto:

    "La antinomia que la tradición escolástica planteaba como principal, aquí se la supone resuelta por ser imaginaria. La verdad no es otra cosa sino aquello de lo cual el saber no puede enterarse que lo sabe sino haciendo actuar su ignorancia. Crisis real en la que lo imaginario se resuelve, para emplear nuestras categorías, por [al] engendrar una nueva forma simbólica. Esta dialéctica es convergente y va a la coyuntura definida como saber absoluto".

    c)  Esto comportaba una concepción del sujeto que rompía, momentáneamente, su unidad al tener que jugarse en una negación, supresión de su en sí primero a través de una alteridad, para otro, para alcanzar así su en sí objetivo, su verdad. Esta división del sujeto y también del objeto abierta por Hegel se cierra imaginariamente al pensarse que lo real queda atrapado en este movimiento del saber y la verdad y que el sujeto, finalmente, consigue hacerse idéntico a sí mismo. Continúa Lacan:

    "Tal como es deducida, no puede ser sino la conjunción de lo simbólico con un real del que ya no hay nada que esperar. ¿Qué es esto? sino un sujeto acabado en su identidad consigo mismo. En lo cual se lee que ese sujeto está ya ahí perfecto y que es la hipótesis fundamental de todo este proceso. Es nombrado en efecto como siendo su sustrato, se llama el Selbstbewusstsein, el ser consciente de sí, omniconsciente ."

    d)  Esta apertura del sujeto a la alteridad, su inmediato cierre en el Saber Absoluto y la identidad del sujeto consigo mismo, permiten a Lacan hablar de un acabamiento respecto a la pretensión de la ciencia de un sujeto como Unidad clásica, de un Todo idéntico a sí mismo. Este movimiento hegeliano no se dio sin dejar huella, es decir, que esta apertura, división del sujeto, aunque fuese momentánea, permitió entender al sujeto desde otra perspectiva que la cartesiana o la kantiana.

  • Esto nos llevó a plantearnos la pregunta de si el sujeto del que se trata en psicoanálisis es ese sujeto dividido en la necesidad de negarse en una alteridad para poder llegar a ser Uno, sujeto completo al estilo que defiende Laplanche en "El psicoanálisis y la estructura de la personalidad", que aún hablando de estructura, el modelo que propone es evolutivo: el sujeto contiene el germen de la consciencia que lo llevaría desde la necesidad de relación con los que le rodean, hasta hacerse un Yo autoconsciente. Incluso, si la negación, borramiento, ignorancia, de la que se trata en psicoanálisis, es la que nos propone Hegel en su lógica y dialéctica. Para diferenciar y desarrollar la concepción del sujeto dividido, y de qué tipo de mecanismos de negación se trata en psicoanálisis, Lacan nos propone la topología del grafo:
  • a)  Partimos con él de la célula elemental del grafo que veníamos despejando, primero como estructura matemática formal, después como estructura modificada, a la cual nombramos K, a partir de la ubicación de la red de las αβγδ correspondientes a "La carta robada". Comenzamos a ver que la estructura del grafo interpretada no era sino la aplicación del núcleo K a la estructura del sujeto: así, el grafo del deseo nos iba a quedar como un modelo de la estructura del sujeto en psicoanálisis.

    b)  Para seguir con la interpretación del grafo nos fuimos a Las formaciones del Inconsciente donde, a través de la búsqueda de los invariantes estructurales que se dan en el lapsus, el chiste y el olvido, vimos la dinámica y los puntos de entrecruzamiento que nos permitían ubicar la relación del sujeto con la estructura del lenguaje en sus efectos.

    c)  Si con el lapsus vimos jugarse la permeabilidad del discurso intencional a los efectos significantes en una nueva combinación, con el olvido vimos la resistencia propia de la barra del signo saussuriano S/s y la función de lo imaginario jugándose como representante de esta resistencia y posibilidad de franqueamiento de la misma.

    d)  Fue con el chiste en su recorrido estructural más amplio donde pudimos ver la función de lo imaginario en tanto fijación contextual a un objeto, permitiendo desviar la atención, y dejando, lo que Lacan llama el Grial, vacío que puede darse esa ruptura contextual que produce el efecto chistoso. Se le añade, además de la trasgresión del código, la sanción que viene dada por ese efecto chistoso en una comunidad determinada, mensaje sobre mensaje.

    e)  Dejamos este primer piso del grafo, viendo también que, a diferencia de Hegel, el desconocimiento, la ignorancia que se da en la relación con el Otro siempre está cargado de una ambigüedad, en tanto una vez marcado por el I(A), cuando quiero atraparlo siempre es a posteriori, y lo que se me presenta delante es esa imagen especular que me fue dada por anticipado.

    f)  A partir del chiste y el pasaje al piso de arriba, es decir, la permeabilidad a nuevas significaciones a través de metonimias y metáforas, nos introdujimos en la caracterización del Otro, no ya como lugar de la palabra sino como garante de esta, estructura del lenguaje, relación del Otro consigo mismo, del goce, con significante que lo nombre. Pero, si bien no hay metalenguaje para aquel que habla, será del lado de la impostura que logra legislar, nombrar, que nos aparecerá ese significante del Otro barrado, Falo simbólico.

    g)  Para comenzar a trabajar todas esas cuestiones nos fuimos al Escrito "La significación del Falo" donde comenzamos a ver la concepción de la Bedeutung, significación en Frege y del cual Lacan tomará la idea del falo como significante que designa a un conjunto que es aquel de los efectos de significado, estando estos a su vez condicionados por el significante. Pero también Lacan legisla, escribe bajo una fórmula, la constancia, ley, a modo de la ley de la gravitación, del falo como razón del deseo, que queda expresada por sus primeras fórmulas de la sexuación y por el número de oro.

    h)  Contrastamos las ideas de deseo: con Hegel, el deseo es deseo de reconocimiento por otra conciencia deseante, lo que da como resultado la estructura del Amo y el Esclavo, para Lacan es lo inverso: reconocimiento del deseo. Para verlo en detalle nos ayudamos de la lectura del Seminario de Lacan El deseo y su interpretación. El sueño del "Padre muerto", el caso de Ella Sharpe de un padre muerto en la infancia del paciente, y la lectura de Hamlet y el fantasma del padre muerto nos mostró la necesidad estructural de borrarse bajo un significante, que no es sino el del deseo.

    i)  Fue en esta dirección de la caracterización y funcionamiento del significante que "hace falta", y el cómo aparece en el nivel de la enunciación, que retomamos a Frege en sus funciones extensionales, su nominación y la construcción del número, para poder dar cuenta con ello de la nominación del conjunto de los significantes, el - 1 inherente a este conjunto, el √-1 de su significación, la constitución del Universo de discurso que corresponde a esto, y como queda situada la función imaginaria del falo simbólico en dicho Universo. Esto nos lleva a tratar de profundizar en la historia de la lógica para rescatar las leyes que presiden la significación, la pertenencia a una clase, o los Universales.

María José Muñoz