ACTUALIZACIÓN DEL PSICOANÁLISIS IV
(Resumen del curso 2014 - 2015)


Programa completo del curso
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    Comenzamos nuestro trabajo sobre las formaciones del inconsciente, partiendo de lo que se llama "la célula elemental del grafo", la cual, a su vez, se deriva de los grafos y cadenas que Lacan desarrolló en "La Carta robada" provenientes de la sobredeterminación entre los tres registros: Real, Simbólico e Imaginario.

    Lacan, a partir de ahí pretende encontrar los invariantes de una serie de fenómenos que Freud calificó de "formaciones del inconsciente", y que son, lo ingenioso o chiste, el lapsus, el olvido, los actos fallidos, los sueños y los síntomas analizables. La idea es encontrar una estructura, es decir, un conjunto de elementos que co-varian en sus distintos movimientos dialécticos y, con la especificidad de los mismos, que puedan explicar estos fenómenos aparentemente tan diferentes.

    Cabía destacar en ese momento que, a pesar de que Lacan se está apoyando en el estructuralismo lingüístico de Saussure, y en las figuras retóricas trabajadas por Jakobson, su lineamiento general combina lo lingüístico con ciertas estructuras matemáticas.

    Esa diferencia con Saussure es la que vimos enseguida. Si bien Lacan toma el discurso con el que se encuentra el ser humano como un código, que bien podría concebirse como un mero desplazamiento de signos a otros semantemas, Lacan situará rápidamente la cadena significante como viniendo a romper, sustituir y crear nuevas significaciones.

    La ilusión subjetiva del encuentro con un código, del cual saldría un mensaje respecto a un objeto y que, en la confirmación de dicho mensaje en ese mismo código, se encontraría un significado unívoco, aquel por ejemplo de la intencionalidad consciente, queda totalmente quebrado por la existencia en el lenguaje humano de la dimensión significante. Dimensión significante que introduce el equívoco y la pregunta por la Verdad, aquella que va más allá de esa dimensión de la consciencia, que habla de la determinación misma del sujeto y de la relación de éste con los objetos, desde esta doble vertiente.

    Cada una de estas formaciones nos iban ofreciendo sus propiedades comunes así como las que se descubrían y añadían retroactivamente en su comparativa. Ahí comenzamos a considerar lo ingenioso o efecto de chiste que Lacan propone reelaborar siguiendo a Freud. El ejemplo de "famillonario" nos acompañó en el análisis de esta producción involuntaria de su emisor. Desglosamos minuciosamente en el grafo los dos recorridos, aquel del código y el de la cadena significante, sus entrecruzamientos y las operaciones metonímicas y metafóricas que lo permiten.

    Se deslizaba, casi imperceptiblemente, la necesidad estructural de un Otro que registre la dimensión significante y sus efectos.

    Seguimos con el fenómeno contrario, aquel del olvido del nombre, en el cual se genera un vacío respecto a la intención consciente del hablante. Predominio de lo metonímico en estos casos, metáfora fallida aún cumpliéndose también la vertiente sustitutiva desde la heteronimia. Se añade la aparición de significantes en lo imaginario y la detección de los elementos que quedan retenidos entre el código y el mensaje. Restos metonímicos que se detienen, a su vez, entre los contextos socio-cultural y singular del sujeto.

    Fuimos abriendo esta cuestión contextual a través del chiste del "becerro de oro" y de la diferencia marxista entre "valor de uso" y "valor de cambio", que nos mostraba el desfase entre un sentido establecido y el valor simbólico que puede tomar éste. Carácter fetichista de la mercancía.

    Esto nos condujo al juego entre pas-de-sens (no sentido o sin sentido) y pas-de-sens (paso de sentido). Apertura de cada vez una mayor duplicidad de funciones que quedará finalmente reflejada en la necesidad del despliegue de un segundo piso en el grafo.

    En ese segundo piso se caracterizaban aún más las propiedades y consecuencias de la cadena significante. Lacan va a combinar en este trabajo, además del grafo, los tres tiempos del Edipo y la construcción del esquema R. La Ley, el Nombre del Padre, la Palabra del padre y el Falo Simbólico nos completaban esta subestructura significante.

    El fallo de la Metáfora paterna en la psicosis dejaba fuera, Verwerfung, la posibilidad de reconocimiento de la dimensión significante por un Otro-sujeto (Tú), así como la vertiente creativa de representación del sujeto en nuevas significaciones, lo que no dejaba de incidir en la relación con los semejantes y, por ende, en la banda de la Realidad .

    Comenzamos a introducirnos en la estofa del esquema R donde la cuestión del goce en la estructura queda planteada a través de los dos principios freudianos, el Principio del Placer y el Principio de Realidad, conjugándose a través de los triángulos Imaginario y Simbólico en la creación de la zona de la Realidad. Continuaremos desde aquí.


María José Muñoz