SÍNTESIS DEL PROGRAMA DEL CURSO 2004 - 2005


Programa completo del curso
Seminarios de años anteriores
  • El curso correspondiente al 2004-2005 lo iniciamos con el texto lacaniano sobre “La Lettre volée” [“La Carta (Letra) robada”] (1ª versión 1957 y modificado para su publicación en los Escritos en 1966).

I.         Introducción desde el ordenamiento formal de las escansiones que Lacan introduce en este texto y que reproduce el ordenamiento formal de sus Escritos. Desde esa posición pudimos apreciar cómo el aspecto formal y su sintaxis, nos ofrecía el modelo de transmisión de un discurso apoyándose en la literalidad del mismo. La modificación e inversión de este texto respecto a su amplitud y orden inicial (el de 1957), nos puso sobre la pista de la inversión de la que se trataba en el aprés-coup de cualquier mensaje. Si partíamos de la consideración de que el mensaje nos viene del Otro en forma invertida, la inversión introducida por Lacan en 1966 como segundo tiempo, está respondiendo a una inversión de la topología de superficies que elaboraba Lacan en ese momento. Una sesión de un análisis nos ayudó a poner de relieve la importancia de considerar este aspecto formal, de temporalidad discursiva y los movimientos que sostiene el mensaje en transferencia, ¿qué tipo o tipos de reversibilidad se dan y cuales permiten hablar de un cambio en la posición subjetiva? Esto se convirtió en el programa a desarrollar en la siguientes sesiones.

II.        Entramos de lleno en el cuento de Edgar Allan Poe y la lectura lacaniana del mismo. La Letra, carta del cuento, sostiene, organiza los lugares en cadena, su posibilidad y vías de desplazamiento en los que quedan atrapados los personajes que intervienen en él. El automatismo de repetición toma su principio de la insistencia de la cadena significante.

III.      ¿De qué tipo de memoria hablamos en la rememoración psicoanalítica? Para responder a esto seguimos exhaustivamente e incluso reconstruimos los pasos obviados por Lacan en su construcción de las diferentes redes, así como los grafos correspondientes, su transliteración y transcripciones posteriores. Esto nos permitió ver la incidencia de lo simbólico sobre lo real, el ordenamiento restringido que toman, desde ese momento, las vías abiertas en las diferentes combinaciones.

IV.       Comenzamos con la red 1-3, surgida de la pura oposición de dos elementos jugados al azar, cara-cruz, par-impar, presencia-ausencia y cuyo grafo correspondiente era el grafo nulo, es decir, ausencia de relación entre los elementos. Una primer ordenamiento, transliteración,  lectura, corte en esta cadena surgida del azar, nos permitió poder establecer las diversas relaciones entre los elementos de la misma, grafo de primer orden. Sus posteriores transcripciones en cadenas, todas ellas reversibles, es decir, con posibilidad de rehacer el camino inverso en la construcción de éstas, le sirven a Lacan para dar cuenta de la posibilidad de reducción a lo imaginario, a la simetría que tiene la estructura.

V.       Será la transcripción de la red 1-3 a la red αβγδ lo que le permitirá dar cuenta de la asimetría necesaria para poder hablar de la rememoración en psicoanálisis. No solamente no se trata de la memoria de un organismo viviente cualquiera, sino que tampoco se trata de la historicidad como identidad término a término. Lo retroactivo del mensaje sólo puede rescatar aquellos elementos en los que se juega una sobredeterminación, de ahí que lo reprimido y el retorno de lo reprimido se hagan equivalentes. El caput mortuum de la distribución de la cadena evoca aquello que se pierde por la entrada en la ley simbólica.

VI.       Ésta misma red αβγδ será la base para la construcción de la célula elemental de su posterior “grafo del deseo”. Una última transliteración de la red  αβγδ en cadena L servirá de apoyo para la construcción, también, de la estructura sincrónica de todo este proceso y convertirlo en esa matriz mínima de la intersubjetividad que es el esquema L. Un caso clínico nos ayudó también a visualizar la consideración de la simetría y asimetría en el posicionamiento del sujeto. La aportación que hizo un participante del seminario de un programa informático que producía la transcripción y las diferentes transliteraciones de manera automática, nos permitió comprobar una y otra vez, las cuestiones planteadas por este sistema formal.

  • Continuamos la elaboración de textos yéndonos a otro escrito de Lacan en el que se aborda la cuestión de la literalidad: “La instancia de la letra”. Aquí se trataba de la letra operando sobre una cadena, es decir, qué funciones permiten los desplazamientos y las condensaciones de determinados elementos de ésta, de los significantes que la componen.

I.       Los pasos previos a la entrada en el texto pasaron por recurrir a Freud y a su Interpretación de los sueños para ver los mecanismos de construcción del mismo. Tomamos el “sueño de la inyección de Irma”, ubicamos, a través de las asociaciones del propio Freud, las operaciones de formación del lenguaje del sueño e hicimos nuestra propia interpretación del mismo.

II.       Roman Jakobson fue el siguiente autor que trabajamos, siguiendo el hilo conductor marcado por Lacan en este escrito y respecto al tema lenguaje y afasias. El estudio concienzudo de este texto y la actualización de las teorías neurológicas sobre las afasias presentadas por otro de los participantes en el seminario, nos permitió comprobar la homología existente entre las figuras retóricas, metáfora y metonimia, encontradas por Jakobson como las dos vías fundamentales de creación del lenguaje, y el desplazamiento y la condensación freudianas como mecanismos de formación Inconsciente.

III.       La profundización en la lingüística estructural nos ayudó a entender las consecuencias, a nivel de la significación, inherentes a la ruptura del signo saussuriano. Los tropos y cómo éstos se construyen fueron el preámbulo del abordaje de la formulación lacaniana de las dos funciones principales en la creación de significación: la metáfora y la metonimia.

IV.       Estas funciones metafóricas y metonímicas tienen el rasgo común de la resistencia a la significación propia del signo saussuriano, será en el franqueamiento de esta barrera, en el pasaje del significante al significado donde Lacan confundirá, provisionalmente, el lugar del sujeto.

V.       Esa provisionalidad que hace que inmediatamente después relacione al sujeto con Descartes y a éste con la construcción del objeto en la fobia, la perversión y el objeto transicional. Para desarrollar este punto nos fuimos al Seminario IV, Las relaciones de objeto. Pudimos ver, a través del abordaje del fantasma “Pegan a un niño” desde la matriz intersubjetiva del esquema L, cómo se situaban en ella los casos de Freud trabajados allí por Lacan: El caso Dora, La homosexual femenina y el caso Juanito.

VI.       Comprobamos también la semejanza establecida entre la construcción de la respuesta de Juanito y la construcción del Cogito cartesiano en Descartes. La posibilidad de objetivación de un pensamiento, su puesta en cadena como significante, permitiendo una serie de sustituciones llevan a ambos a encontrar la significación buscada. Esto no fue sino una presentación de la idea freudiana de que las teorías científicas no son sino teorías sexuales infantiles.